eSTEMos alerta 

 

Cuando se habla de los impactos de la IA en el mercado de trabajo, las discusiones suelen centrarse en los empleos que se ven amenazados frente a las nuevas tecnologías. Pero lo cierto es que la era de la inteligencia artificial también está favoreciendo a un conjunto de ocupaciones. En particular, se ven potenciados los trabajos asociados a las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), que son esenciales tanto para desarrollar como para adoptar las nuevas tecnologías. Muchos de estos trabajos se enmarcan en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), pero, a medida que este se desarrolla y las economías incursionan en áreas más sofisticadas como las deep-tech, involucra también a sectores que operan en la intersección de la ciencia y las tecnologías de frontera. Las ocupaciones STEM también abarcan a los perfiles que implementan soluciones digitales en cualquier sector económico que está modernizando sus procesos, de manera que son transversales a toda la economía.  

 

Gracias a la revolución de la IA, los trabajos en STEM ofrecen una serie de ventajas: están en alta demanda a nivel global y suelen ofrecer excelentes remuneraciones y oportunidades de carrera. Además, tienden a ser resilientes ante los impactos negativos de la IA, como la automatización. Sin embargo, tienen algunas limitaciones. Por un lado, suelen concentrarse entre personas de niveles socioeconómicos altos, aquellas con más posibilidades de contar con el tiempo y la formación previa necesarios para abocarse a carreras universitarias largas y complejas. Además, frente a las normas socioculturales vigentes, están predominantemente ocupadas por hombres, especialmente en las áreas de ingeniería y las TICs.  

 

Independientemente de quiénes los ocupan, los empleos en STEM son mucho menos prevalentes en el mundo en desarrollo que en las economías avanzadas: mientras que el 4% de quienes trabajan en los países de ingreso bajo y medio desempeñan algún trabajo en áreas STEM, en los países de ingresos altos esta proporción es dos o tres veces más alta.  Así las cosas, se trata de un segmento pequeño y poco diverso. 

 

Abordando desafíos 

Para gestionar el impacto de la IA en el mundo del trabajo, es fundamental promover el crecimiento y la inclusividad de las ocupaciones complementarias a la tecnología como las de las áreas STEM. Es necesario fomentar y fortalecer la capacitación en estas esferas; no solamente a nivel universitario, sino también explorando las oportunidades que hay para los trabajos de naturaleza técnica. Estos abarcan una variedad de perfiles donde la educación técnico-profesional, las microcredenciales y los cursos masivos de capacitación online (MOOCs por sus siglas en inglés) pueden ser vías de formación adecuadas y con mayor capacidad de inclusión.  

 

Además, es vital sortear los obstáculos que dificultan que más mujeres se integren en estos campos profesionales, también conocidos como paredes de cristal. Estas barreras van desde mensajes sutiles que reciben las niñas desde una edad muy temprana y las alejan de las matemáticas y la tecnología, hasta prácticas discriminatorias muy concretas que se dan en los entornos de formación y trabajo de sectores como el de IT

 

Pero desarrollar las habilidades críticas es solo la mitad de la historia; es la parte que se ocupa de que exista una oferta de trabajo calificado para abrazar la revolución tecnológica. Sin embargo, cuando se trata de una economía en desarrollo, no podemos asumir que habrá la suficiente demanda de estos perfiles. Las encuestas disponibles indican que solo entre el 2% y el 5% de las firmas de los países en desarrollo adoptó tecnologías de última generación en sus procesos productivos. La gran mayoría de las empresas, en cambio, organiza sus procesos de manera analógica o parcialmente digitalizada, lejos de explotar datos masivos con sistemas de IA (Banco Mundial 2022).  

 

Son estas las firmas donde la mayoría de los jóvenes que entran al mercado laboral encontrarán su primer empleo y desarrollarán sus carreras profesionales. En estas empresas, los jóvenes adquirirán las habilidades prácticas necesarias para desempeñarse en su entorno laboral inmediato. Por supuesto habrá oportunidades en empresas locales o extranjeras de vanguardia para quienes desarrollen habilidades STEM. Pero mientras los ecosistemas productivos locales se queden atrás, estas oportunidades seguirán siendo excepciones a la norma, fenómenos de nicho para los más atentos o afortunados.  

 

Que las habilidades tecnológicas que podemos encontrar en el mercado de trabajo resulten insuficientes es tanto causa como consecuencia del rezago tecnológico de los sistemas productivos. Como siempre sucede en un círculo vicioso, para romperlo hay que atacar todos los frentes que lo refuerzan. Para revertir la situación, la clave está en diseñar estrategias comprehensivas que promuevan en simultáneo tanto la formación de habilidades como el dinamismo de los ecosistemas productivos locales. Seguiremos profundizando en cómo lograrlo a partir de políticas públicas sistémicas y centradas en el trabajo de calidad. 

 

La IA llegó para quedarse: ¿qué significa para el mundo del trabajo? 

Ocupaciones potenciadas por la Inteligencia Artificial (IA)